La salud
Escrito por editorgeneral el 18 octubre, 2022
Esta palabra ronda con especial insistencia desde los días iniciales de la pandemia que se robó tantos días y noches, y llevó a la sociedad universal por los laberintos del dolor, la tristeza, la enfermedad y la muerte. Esto no quiere decir que antes de marzo de 2020 no se pensara y sufriera por la salud. Aquí el dilema se atraviesa con singular persistencia y apenas el covid suscitó otra dimensión de la catástrofe. Los millones de ciudadanos colombianos que están en las listas de las EPS, porque en eso han sido muy inclusivos y persistentes, no significa que tengan la posibilidad de ser atendidos con la presteza que se debería, ni los caudales recibidos por las EPS llegan a donde deberían llegar, ni las IPS, ni los hospitales de todos los niveles cumplen justamente con una de las obligaciones más importantes del Estado social de derecho. La historia está contada con horror por las voces contritas de millones de usuarios de un sistema fracasado.
Sí. Cuántas tragedias diarias en las salas de urgencia de cientos de hospitales. Cuántos muertos y cuánto dolor. Los días aciagos de esta peste, que no han acabado totalmente, son una vergüenza para esta humanidad agobiada y doliente. Una clase dirigente, que desde pomposos castillos y palacios, con toda la seguridad a su lado y médicos y atención oportuna, no supieron responderle a sus pueblos, ni dieron la pelea con la oportunidad y contundencia que lo deberían, está ahí para ser juzgada y llamada a responder por esos tiempos sombríos que, con seguridad, se habrían podido superar sin las angustias que se vivieron si, en vez de investigar en sofisticadas armas e inventos deshumanizantes, hubiesen dedicado más recursos a la ciencia y la salud de la humanidad, de toda la humanidad. De esta afrenta infortunada quedaron impregnadas las páginas de la historia contemporánea, se quiera o no.
Bías de Priene, uno de los siete sabios de Grecia, decía que “Uno de los dones de la naturaleza es disfrutar de buena salud; las riquezas son de ordinario efecto del azar”, lo que es cierto, aunque algunos se enriquecieron con el dolor y el sufrimiento de millones. Otros, utilizados y denostados, demostraron su afecto por la intriga y la mentira. Luego del horror sanitario se saltó con afán sospechoso al terror de una guerra que los poderosos, todos, prohijaron para seguir el curso de la tragedia.
Por Luis Fernando García Núñez
Opiniones
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Rodrigo Jaimes / 20 octubre, 2022, (9:38 PM)
Esta pequeña pero ilustrativa radiografía del estado de la salud deja ver claramente los tumores malignos que agobian sobretodo a los más pobres y vulnerables. Muchas gracias. Queda aún por definir el tratamiento.