Euclides Barrera

El maestro que no fue profeta en su tierra

El dicho popular “nadie es profeta en su tierra” se aplica de manera contundente en la vida y obra del maestro sangileño Euclides Barrera Morales, gran músico, compositor y pianista que nos ha dejado para partir a la vida celestial.

El pasado lunes, 13 de marzo, los sangileños despertaron con la lamentable noticia del fallecimiento del ilustrísimo pianista y compositor de obras sinfónicas, oriundo de San Gil, Euclides Barrera Morales.  Sin duda, una innegable pérdida para el arte, la música y, por supuesto, para San Gil y su familia.

Si bien el maestro Euclides no era del todo conocido en su pueblo natal, sí lo era en ciudades colombianas como Bogotá y en otras fuera de Colombia. Esto puede deberse a que él desde muy joven salió de San Gil para finalizar sus estudios de bachillerato en el Seminario Menor Redentorista en la ciudad de Manizales, Caldas.

Posteriormente, estuvo adelantando sus estudios de música en el Conservatorio Nacional de la Universidad Nacional de Colombia, de donde egresó como maestro en composición en 1978. De acuerdo con uno de sus hermanos, el investigador y licenciado en comunicación social, Marcos Barrera Morales, “él vivió una brillante y apasionante actividad académica y cultural”.

¿Quién fue Euclides Barrera Morales?

Regresando el tiempo, Euclides Barrera Morales nació el 12 de septiembre de 1949, siendo el tercero de nueve hijos del matrimonio entre Daniel Barrera Martínez y Leopoldina Morales de Barrera.

El licenciado Marcos manifiesta que en vida su hermano mantenía buena comunicación con sus familiares y que siempre fue una persona pacífica que vivió profundamente su vida.

Como ya fue expuesto, parte de su juventud la vivió fuera de San Gil, destacando que fue estudiante del colegio San José de Guanentá. Su gusto por la música y el piano se despertó desde la infancia y a los siete años inició estudios en este arte, para luego trasladarse a Manizales y Bogotá.

Una vez se graduó de la universidad,  fue comentarista cultural en radio, así como miembro del Patronato de Artes y Ciencias (donde reposan sus obras), y estuvo vinculado a la Orquesta Filarmónica de Bogotá, “donde cumplió una extraordinaria labor como compositor, produciendo obras sinfónicas y variadas versiones para piano  y orquesta de diversos autores”, relata el señor Marcos.

Su obra

El maestro en música  de la Universidad Industrial de Santander y director de la Escuela de Música Francisco Durán Naranjo, Fernando Martínez Sánchez, precisó que la primera vez que tuvo noticias del maestro Euclides fue a finales de los años 70, cuando recién se graduó de la universidad.

“La Radio Nacional de Colombia publicaba las cartillas de los repertorios de los conciertos que se transmitirían en la mañana, tarde y noche, conciertos de música culta; fue en una de esas publicaciones donde leí que un sangileño, el maestro Euclides Barrera Morales, sería parte de uno de esos conciertos. Desde ahí me interesé por su obra y años después pude conocerlo y compartir con él”, narró Martínez Sánchez.

Una de las obras más destacadas del pianista fue la conocida mundialmente como El Cañón del Chicamocha, la cual estaba dedicada a la belleza natural de Santander, estrenándose el 27 de julio de 1979 con la Orquesta Filarmónica de Bogotá, bajo la dirección del maestro chileno Agustín Culell, y con el patrocinio de la Fundación Arte de la Música. Esta creación también fue presentada en el auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional.

Otras de las composiciones del sangileño fueron El Camino a la Transfiguración; Obra Sinfónica Iridiscencia; Obra sinfónica para orquesta; Siete poemas de amor y una canción a Colombia para 12 instrumentos; Obertura de la Suite Tierra Colombiana, arreglo para piano a 4 manos, obra 449, y Los comuneros, para narrador y orquesta, Manuscrito 781, entre otras.

Dentro de las características de sus obras, según el docente Fernando Martínez, está la música atonal, la cual no cuenta con un lazo armónico entre la melodía y los acordes, lo cual la hace difícil de entender si no se conoce a profundidad.

“La música atonal resultó a comienzos del siglo XX como un fugaz movimiento; actualmente es muy escaza”, indica.

El señor Marcos afirma que su hermano compuso obras dedicadas a los más necesitados, entre éstas, la Obra sinfónica dedicada a los pobres del mundo, “aspecto que se deriva de la sensibilidad por las obras sociales de Euclides, sensibilidad que expresaba en obras musicales”.

Por sus creaciones musicales, el maestro fue homenajeado por Administración Municipal de San Gil, con apoyo de la Gobernación de Santander, el 3 de noviembre 2019, recibiendo el reconocimiento musical Batuta Perla del Fonce.

“Este fue un reconocimiento tardío para un artista sangileño de la talla de Euclides Barrera Morales, un reconocimiento de parte de su pueblo”, acotó Fernando Martínez.

Legado

 De acuerdo con Marcos Barrera, las obras y aportes del compositor sangileño fueron amplios, tanto en la música tradicional de época como en el desarrollo de la producción académica musical colombiana.  “Su trabajo lo hace merecedor de figurar en la historia musical de Colombia”, expresó.

Fernando Martínez Sánchez manifiesta que los aportes a la música de Barrera Morales se conocerán una vez inicie las investigaciones de sus trabajos, que no fueron pocos. Para él, valdría la pena indagar en el Patronato de Artes y Ciencias de Colombia, así como en las organizaciones para las cuales compuso e hizo arreglos musicales.

Sin embargo, su hermano aclara que su legado está en patronato ya mencionado, en el Conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia, en la Filarmónica de Bogotá y en la biblioteca Luis Ángel Arango.

Adenda: La Emisora Comunitaria La Cometa rinde un sentido homenaje a este ilustre maestro de la composición musical. Paz en su tumba.

Por Sebastián Castillo