Comunidad terapéutica de la cárcel de San Gil está ofreciendo bono solidario

El voluntariado de la comunidad terapéutica de la cárcel invita a los ciudadanos de San Gil y municipios aledaños a que se unan a la iniciativa, colaborando con la compra de un bono solidario, el cual están ofertando por estos días con el propósito de recolectar fondos que permitan el funcionamiento de la unidad.

De acuerdo con el integrante de esta iniciativa, Alexis Pinilla Gutiérrez, la comunidad terapéutica es un espacio que se les brinda a los internos de la cárcel que son consumidores de drogas y que, por voluntad propia, quieren dejar de hacerlo. Son varias las necesidades de infraestructura, materiales y recursos las que tiene actualmente el penal para llevar a cabo esta labor, razón por la cual el voluntariado puso a la venta dicho bono solidario, el cual tiene un costo de 5 mil pesos y el premio es una novilla. La invitación por parte del equipo terapéutico es a que la ciudadanía colabore con esta actividad ya que de esta manera estaría contribuyendo a que los presos dejen esa adicción a los estupefacientes y tengan una nueva vida. Cabe resaltar que el año pasado se hizo lo mismo y con el dinero colectado se pudo comprar un computador, dos televisores y otros elementos.

El director del establecimiento, Alberto Blanco Arenas, precisó que este proyecto se inició en agosto de 2016, aunque se venía pensando desde hacer 3 años, contando con el apoyo del personal administrativo y el comando de vigilancia del lugar. Asimismo, explicó que los pacientes deben aislarse voluntariamente de los demás internos, esto con el de que el proceso logre surtir efecto; para este aislamiento se hace necesario adecuar un espacio de la cárcel con consultorios, dormitorios, área de recreación y un auditorio. Según el director, con dicho espacio ya se cuenta, sin embargo, se deben hacer las adecuaciones pertinentes para que los internos puedan convivir cómodamente, como lo demanda el reglamento del Inpec, actividad que requiere de algunos recursos con los que el penal no cuenta y por esta razón se acude a la generosidad de los ciudadanos. En este proceso, han estado colaborando algunas empresas y los municipios de San Gil, Barichara y Villanueva.

Cristian Duván Castro es uno de los internos que está en la comunidad terapéutica, a la cual entró por su propia voluntad con el ánimo de querer dejar las drogas, ya que por su adicción a éstas en su pasado tomó malas decisiones que afectaron a su familia y su libertad. Por su parte, Luis Antonio Briceño Contreras, dijo que él quiere fortalecer su vida dejando el consumo, ya que quiere demostrarse que sí lo puede hacer. Estos dos hombres agradecieron al equipo profesional y del establecimiento por querer ayudarlos en este proceso y por apoyarlos en su propósito de no volver a consumir dichas sustancias.