Despedida

Fueron 150 editoriales y muchas ideas, muchísimas, desde unos meses antes de las Bodas de Plata de la emisora comunitaria La Cometa. Hace ya algo más de tres años. Todas las semanas se podían leer opiniones y comentarios de la más variada índole. Por estas líneas pasaron, y se propusieron, muchas ideas que fueron leídas y difundidas por los oyentes y los lectores que tiene La Cometa. Las observaciones de ellos nutrieron el espacio y ayudaron a que creciera y fuera, para muchos, un instante novedoso que brindaba otras perspectivas o referencias sobre diversos temas, las muchas cuestiones de una comunidad con larga trayectoria histórica y cultural. La lista es grande y es el momento de sugerir que sería útil tener un libro que recoja estos textos, escritos con una metodología especial, y que sirvieron para señalar formas de ver los usuales problemas y los eventos que acompañan el transcurrir de una capital turística como es San Gil.

El suceder de esta ciudad es singular y único en Santander y el país. Y La Cometa ha sido uno de esos espacios desde donde se han replicado extraordinarias historias de estas bellas tierras. Después de la pandemia monstruosa, la emisora fue rescatada de la desventura que soportó y resurgió como lo que es hoy, un lugar que ha comprendido su auténtica misión y ha ido más allá de lo propuesto. En pocas líneas no se puede hacer un inventario, pero esta es una lección para las emisoras comunitarias de Colombia. También, claro está, se han cometido errores, pero estos se supieron resolver. Los avatares de los seres humanos trascienden todas las fronteras y algunos se aprovechan de ellos para, con sus triquiñuelas y oportunismos, crear zozobras y sembrar la discordia que desluce cualquier progreso y cualquier sacrificio, pero La Cometa ha resistido los afanes personales de lucimiento y egoísmo que, a veces, acompañan a los seres humanos, que se precian de su inteligencia y sus dotes extraordinarias.

Quizás haya que terminar este proceso de tres años con una sentencia de José Ortega y Gasset que valdría la pena traer ahora: “La historia no la hace un hombre por grande que sea. La historia no es un soneto ni es un solitario. La historia es hecha por muchos: por grupos humanos pertrechados para ello”. ¡Queramos o no La Cometa es un ejemplo!

Escrito por: Luis Fernando García Núñez