El glaucoma avanza en silencio y puede causar ceguera irreversible
Escrito por editorgeneral el 13 marzo, 2025

En Colombia, el glaucoma afecta aproximadamente al 3% de la población mayor de 40 años, una cifra alarmante considerando que muchas personas desconocen que tienen la enfermedad hasta que ya ha avanzado considerablemente. El problema radica en que el daño causado por el glaucoma es irreversible, por lo que la detección temprana es clave para preservar la visión.
¿Quiénes tienen mayor riesgo de padecer glaucoma?
Aunque cualquier persona puede desarrollar glaucoma, hay ciertos factores que aumentan la probabilidad de sufrirlo. La edad es uno de los principales factores de riesgo, ya que a partir de los 40 años la incidencia aumenta considerablemente. Además, el historial familiar juega un papel importante: si un padre o hermano ha sido diagnosticado con glaucoma, las probabilidades de desarrollar la enfermedad se incrementan.
Otros factores de riesgo incluyen:
•Presión intraocular elevada, que es la principal causa de daño en el nervio óptico.
•Diabetes y enfermedades cardiovasculares, que pueden contribuir al deterioro ocular.
•Uso prolongado de esteroides, especialmente en forma de gotas oftálmicas o inhaladores.
•Miopía alta, que puede predisponer al desarrollo de glaucoma.
En muchos casos, el glaucoma se detecta de manera accidental durante un chequeo de rutina, lo que refuerza la importancia de realizar controles oftalmológicos periódicos.
Síntomas y diagnóstico: una enfermedad silenciosa
El mayor peligro del glaucoma radica en su falta de síntomas iniciales. En sus primeras etapas, la visión parece normal y no hay señales de alarma evidentes. Sin embargo, a medida que avanza, comienza a afectar la visión periférica, lo que significa que las personas pueden notar que su campo visual se reduce progresivamente.
Cuando los síntomas se hacen evidentes, el daño ya es significativo y, en muchos casos, irreversible. Para evitarlo, se recomienda que las personas con factores de riesgo se realicen exámenes de la vista con regularidad, incluyendo:
•Tonometría, para medir la presión intraocular.
•Examen del nervio óptico, mediante oftalmoscopia.
•Prueba de campo visual, para evaluar la visión periférica.
•Paquimetría corneal, que mide el grosor de la córnea y ayuda a determinar el riesgo de desarrollar glaucoma.
Tratamientos disponibles y prevención
Aunque el glaucoma no tiene cura, su progresión puede ser controlada con tratamientos adecuados que ayudan a preservar la visión. Dependiendo de la gravedad del caso, el médico puede recomendar:
•Gotas oftálmicas, que reducen la presión ocular.
•Terapia con láser, que mejora el drenaje del líquido dentro del ojo.
•Cirugía, en casos más avanzados donde otros tratamientos no son efectivos.
El mejor tratamiento sigue siendo la prevención. Detectar el glaucoma en sus primeras etapas permite frenar su avance y evitar la pérdida total de la visión.
Concienciación y chequeos regulares: la clave para combatir el glaucoma
A pesar de ser una enfermedad prevenible, el glaucoma sigue siendo una de las principales causas de ceguera en el mundo. La falta de síntomas y el desconocimiento sobre la importancia de los chequeos visuales hacen que muchas personas sean diagnosticadas cuando ya han perdido parte de su visión.
Es fundamental que, especialmente aquellos en grupos de riesgo, se realicen exámenes oftalmológicos al menos una vez al año. La prevención y el acceso oportuno a tratamientos pueden marcar la diferencia entre conservar la vista o perderla de manera irreversible.
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