ESSA explicó trabajos realizados en el sector El Guasca

La Electrificadora de Santander adelantó trabajos para restablecer el servicio de energía que fue suspendido debido a que las fuertes lluvias que se presentaron en la tarde del pasado miércoles, ocasionaron un nuevo deslizamiento de tierra en El Guasca, vía San Gil – Mogotes, el cual arrastró un árbol que cayó sobres las redes de baja tensión de energía, dejando sin servicio a los residentes de este sector.

De acuerdo con el técnico de la región sur de ESSA, Orlando Arias, los trabajos se adelantaron el jueves porque el día miércoles no se pudo intervenir el árbol debido a que la inestabilidad del terreno, en el momento, representaba un riesgo para el personal que estaba laborando en el lugar, razón por la cual tan sólo se abrieron arcos en uno de los postes con el fin de proteger el transformador, el cual podría quemarse. En la mañana de ayer, y contando con las buenas condiciones del clima, se esperaba solucionar la situación y restablecer el servicio a los usuarios de esta zona rural, lo cual se logró. Teniendo en cuenta este impase, el funcionario de la electrificadora precisó que las cuadrillas de podas de la empresa están haciendo limpieza de redes donde la comunidad lo solicita e hizo un llamado a los ciudadanos para que eviten hacer este tipo de trabajos en sus barrios.

En cuanto al accidente eléctrico que tuvo lugar este martes, en horas de la tarde, y que afectó al ciudadano Manuel Galvis Ayala, de 29 años de edad, quien recibió una descargar eléctrica de aproximadamente 13 mil voltios, tras hacer contacto de manera accidental con una línea de alta tensión, la Electrificadora de Santander se pronunció y emitió un comunicado en el que lamentaron el hecho, el cual es preocupante porque se vio comprometida la vida de un ser humano, esperando  que evolucione positivamente y se pueda recuperar de manera satisfactoria. De la misma manera, el subgerente de distribución de la zona sur, José Gregorio Ramírez Amaya, reiteró el llamado a la comunidad para que se respeten las normas establecidas en el reglamento técnico de instalaciones eléctricas, en el que se indican las distancias mínimas de seguridad para que no se construyan viviendas debajo de las redes eléctricas, ni se acerquen las construcciones existentes a las líneas de energía dado los altos riesgos de accidentalidad que representa para las personas.