HOMENAJE A LA MEMORIA DE LOS POLICÍAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO INTERNO ARMADO Y SUS FAMILIAS
Escrito por editorgeneral el 15 septiembre, 2020
El Departamento de Policía Santander rindió homenaje a la memoria de los policías caídos en los atentados terroristas ocurridos en el municipio de Simacota el 7 de enero de 1965.
El 7 de enero de 1965, un grupo de insurgentes guerrilleros del ELN, hicieron presencia en la población, con actos de vandalismo y criminalidad, con armas de largo y corto alcance, camuflados algunos entre la población civil y otros con la falsa apariencia de tropa militar o policial, éstos delincuentes, asaltaron a esta localidad, causando la muerte a tres efectivos uniformados, despojándolos del armamento de dotación, para luego continuar con actos delincuenciales en la Caja Agraria, allí ingresaron y se hurtaron el dinero en efectivo, procediendo de igual 
manera con una agencia de la cervecería Bavaria y continuando con los actos vandálicos en las instalaciones policiales y la Alcaldía, donde además, destruyeron líneas telefónicas y telégrafo.
En la incursión guerrillera, fueron vilmente asesinados los uniformados para la época: Sargento Segundo Alberto Herreño Ruiz, oriundo del municipio Bolívar Santander, suboficial, que inició su carrera como agente departamental de la División de Santander, luego como Agente de la Policía Nacional, donde ascendió en su carrera, convirtiéndose en distinguido, posteriormente en suboficial, llegando en vida hasta el grado de Sargento Segundo y de manera póstuma, ascendió al grado de Sargento Viceprimero, para fecha de los infortunados hechos, se desempeñaba como comandante de la unidad policial en éste municipio.
También recordamos y exaltamos la memoria, el señor Agente Luis Alberto Gómez Archila, natural de Molagavita (Santander), con más de nueve años al servicio de su país, su departamento y la comunidad, este uniformado fue el primero de los tres policías que fue ultimado por los guerrilleros que, aprovechando su indumentaria de civil se acercaron al uniformado y por la espalda le dispararon.
Otro de los uniformados víctima de este hecho fue el señor Agente José Antonio Rojas, natural de Guaca Santander, con cerca de 8 años al servicio de la institución, fue encontrado sin vida en la entrada del inmueble que para la época funcionaba la Alcaldía y el cuartel de la policía.
A estas vidas, miserablemente arrebatadas por las acciones criminales, se suman las de dos valerosos solados del Batallón Capitán José Antonio Galán del Socorro, quienes en procura de la defensa y el apoyo a la 
institucionalidad desplegaron las acciones de restablecimiento del orden público siendo igualmente atacados por la insurgencia.
De los uniformados que para aquel entonces prestaban sus servicios en esta población, logro salvarse el señor Agente Juan Danilo Pardo, quien se encontraba al momento de los hechos en su residencia sin tener oportunidad de reacción y sin consuelo alguno, debió resignarse con la ayuda que presto al señor alcalde, en el levantamiento de los cuerpos de quienes hasta ese día habían sido sus compañeros.
Pero la historia se escribe día a día, segundo a segundo y es por eso que las nuevas generaciones que hoy se levantan, gozan de una institución firme y comprometida, cercana al ciudadano, que se transforma y se moderniza a cada instante, para fortalecer la convivencia y seguridad ciudadana, una institución cimentada en principios y valores de la más alta inspiración, pero que sobre todo, no olvida y siempre reconoce a nuestros héroes y heroínas por sus actos invaluables, encuentra la razón de nuestro deber, porque gracias a la memoria se construye la verdadera historia.
La Alcaldía municipal de Simacota y la Policía Nacional a través del Departamento de Policía Santander agradecieron, reconocieron y exaltaron la memoria y el esfuerzo de estos hombres que dieron el más alto aporte a la paz… sus vidas, que trabajaron con el corazón, a pesar de las dificultades con que se encontraron durante aquella época en ésta región del país, producto de las acciones ilegales de los grupos subversivos, que lo único que lograron fue el repudio y aborrecimiento de las familias de nuestras víctimas fatales y de toda la población comunera.
