Los malos vecinos
Escrito por editorgeneral el 3 agosto, 2024
Son usuales los vecinos que le complican la vida a la sociedad. En forma hipócrita e innoble generan conflictos y luego creen que hay que rendirles pleitesía y, para completar, siempre se creen con la razón y pueden hacer y deshacer a su antojo. Se aprovechan, con frecuencia, de su poder y sus privilegios, aunque su fama trascienda las usuales fronteras de la desconfianza. Esos vecinos molestos y camorristas tienen sus enemigos ganados en años de contiendas. Hacen todo por sembrar cizaña y promover enfrentamientos y, lo peor, es que siempre hay quien les acolite sus oprobios en aras de un artificio que pregonan con aliento: la justicia. Y con el propósito oportuno de influir, esos enemigos que los acolitan, actúan de la misma forma que el mal vecino, propiciando más problemas de los existentes y envalentonándose para generar más peligros de los existentes. Los malos vecinos se parecen en todas partes, y solo crean zozobras y más problemas.
Crear conciencia de la buena vecindad es un trabajo muy complicado cuando, además, hay intereses particulares, cuando los odios y los estímulos de la confrontación se alimentan de la mentira, la xenofobia, los montajes, los intereses económicos y políticos, el racismo, la ignorancia y el supremacismo. Además, cuando desde lejos, los que no son vecinos cercanos, promueven guerras y enfrentamientos en aras de ese artificio de la seguridad nacional, la democracia que tanto predican y poco aplican. Así, esos vecinos que pululan en este mundo desbarajustado y pérfido tienen más juego y ganan más audiencia. No meterse en el vecindario es una norma de especial importancia para todos, y vital para el respeto y la integridad del otro. El diálogo y no la confrontación dan más posibilidad de que ese vecino retrogrado y pendenciero se pierda en la esterilidad de sus discursos y maquinaciones. Si el imperio de la razón y del humanismo convivieran en el planeta muchas guerras se podrían evitar y millones de seres humanos podrían vivir mejor.
Cuan importante sería tener en cuenta aquella sentencia de Proverbios 27: 10 “Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos”, y esta otra de Proverbios 25: 17 “Detén tu pie de la casa de tu vecino, no sea que, harto de ti, te aborrezca”. Los malos vecinos suelen ser hábiles mintiendo y haciendo montajes ¡Hasta cuándo! ¿Siempre?
Por: Luis Fernando García Núñez