San Gil vibró con el XXVIII Festival de Música Colombiana Andina y Sacra

Del 14 al 19 de abril, San Gil vivió una semana donde la música se convirtió en oración, en fiesta y en puente entre generaciones. El XXVIII Festival de Música Colombiana Andina y Sacra llenó iglesias, parques y corazones con presentaciones que combinaron arte, identidad y emoción en pleno marco de la Semana Santa.

El festival abrió su programación con una serie de conciertos de música sacra, cargados de solemnidad y espiritualidad.

El domingo 14 de abril, el telón se alzó en la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima en el barrio Pablo VI.

El lunes 15, las armonías se trasladaron a la Parroquia Santa Cruz, y el martes 16, fue la Parroquia Sagrada Familia la que acogió los coros y ensambles.

Allí se presentaron agrupaciones como el Coro UNISANGIL, EFAC, Coral San Gil, Coro UNAB, Allegro, y el Grupo de Cámara de Música Sacra del Chicamocha, que ofrecieron repertorios llenos de fuerza espiritual y sensibilidad musical.

A partir del jueves 17, el escenario fue otro: el Parque La Libertad, en pleno centro de San Gil, donde arrancó la franja de música colombiana.

Durante tres noches, cientos de asistentes disfrutaron de artistas como Manu Sija, Dueto Manná, Lina Cristina Martínez, Mauricio Ortiz, Zumbao, Grupo Bandola, Dueto Tierra Viva, Laura Chaparro y Carlos Requintero, Onofre Alfonso Ortiz Barrera, Mariana La Colombiana, 200 de Cilantro, Sin Fronteras, Fantasía Musical y el Dueto Héctor y Alfredo.

El punto más emotivo llegó el sábado 19 de abril, en el cierre del festival, con el homenaje al maestro Jonathan Reyes Rodríguez, quien fue reconocido por su legado musical y su profundo impacto en la música andina colombiana. Las agrupaciones rindieron tributo a su trayectoria en una noche cargada de gratitud, memoria y arte.

Ese mismo día, se anunció el homenajeado para la edición 2026 del festival, elegido a través de una votación abierta que reunió más de 600 votos del público. El nombre revelado fue el del maestro José Gerardo “Chepe” Noriega Rodríguez, quien será homenajeado el próximo año por su valiosa trayectoria musical y su aporte al folclor colombiano.

La Emisora Comunitaria La Cometa , como aliada del evento, acompañó toda la semana con transmisiones en vivo, entrevistas, reels, registros fotográficos y crónicas en tiempo real. La respuesta del público fue masiva y emotiva: familias, jóvenes, adultos mayores y turistas se sumaron a cada jornada con entusiasmo y orgullo.

Organizado por el Instituto de Cultura y Turismo de San Gil, este festival reafirma que la música no solo embellece: construye tejido, fortalece identidad y deja huella.

San Gil no solo escuchó la música. San Gil la vivió.