Seamos el cambio que queremos en el mundo

Seamos el cambio que queremos en el mundo

Hace 30 años, cada 22 de marzo, desde 1993, conmemoramos el Día Mundial del Agua, una fecha creada para generar conciencia acerca de la importancia de cuidar nuestros recursos hídricos en el planeta, algo que a los humanos leS ha quedado grande (y en ocasiones ignoran) según algunas organizaciones defensoras del medio ambiente en Colombia y el Mundo.

Haciendo un pequeño repaso histórico de esta efeméride, fue proclamada por la Organización de las Naciones Unidas, ONU, en 1992, luego de llevarse a cabo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en Río de Janeiro, Brasil. Fue 1993 el primer año de celebración de este día.

Desde entonces, cada año la ONU propone un lema o tema para celebrar el día del líquido vital; para el 2023 es: “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”, esto como un llamado a la acción social a fin de que el agua llegue a todos los rincones de la Tierra y a que cada ser en el mundo aporte en la gestión de este recurso.

Acceso al agua

El 28 de julio de 2010, a través de la resolución 64/292, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que el agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos.

No obstante, según cifras de la ONU, en el mundo cerca de 2 mil 200 millones de personas viven sin acceso a agua potable y se calcula que alrededor de 4 mil 500 millones de personas no disponen de un sistema de saneamiento seguro para el consumo de este líquido, contribuyendo así a la propagación de enfermedades que cobran la vida de 3 millones 500 personas anualmente, menores de edad en la mayoría de los casos.

Lo más preocupante es que de acuerdo con el Pacto Global Red Colombia hoy en día, el agua está amenazada por el crecimiento de la población, las crecientes demandas de la agricultura y la industria y el empeoramiento de los impactos del cambio climático.

Mientras las sociedades equilibran las demandas de recursos hídricos, los intereses de las comunidades no se tienen en cuenta y las cifras hablan por sí solas, en Colombia, por ejemplo, 1 de cada 3 personas viven sin agua potable.

Al respecto de este preocupante panorama, la ingeniera y líder ambientalista, María Luisa Álvarez Monsalve, expresa que esto se debe a que las personas no están siendo responsables con la tenencia del agua, elevándose cada  vez más el desperdicio, la contaminación y la afectación a espacios donde nace el agua, por ejemplo, los páramos.

Sumado a lo expresado por la ingeniería, aspectos como el crecimiento poblacional, el incremento en la explotación de los acuíferos y el cambio climático, además de las guerras entre los pueblos y naciones, han contribuido a que no todas las personas puedan contar con el agua.