Las tradiciones
Escrito por editorgeneral el 30 diciembre, 2024
Los seres humanos se apegan al pasado de muchas formas y siempre tienen razones para seguir ciertas costumbres. El lenguaje, las comidas y el trato social y familiar son recuerdos tangibles del ayer. Las fiestas y las relaciones son testimonios del pasado que bien vale la pena reconocer. La primera acepción del Diccionario de la Academia dice que la tradición, es la “transmisión de noticias, composiciones literarias, doctrinas, ritos, costumbres, etc., hecha de generación en generación”, y entre los sinónimos están herencia, folclore, historia, raigambre, acervo, pasado, solera. En otra acepción, la cuarta, dice que en varias religiones es “cada una de las enseñanzas o doctrinas transmitidas oralmente o por escrito desde los tiempos antiguos, o el conjunto de ellas”. Estas dos, de las ocho que aparecen en la última actualización, se viven con cierta pasión y con algunas reservas. Muchas tradiciones han sido impuestas por conquistas y colonizaciones violentas que han borrado la historia y la cultura de cientos de pueblos.
En estos tiempos los medios de comunicación, las redes sociales, la propaganda, la trasmisión de noticias -sobre todo falsas-, llegan muy rápido, y de forma muy eficiente, a miles de personas que en pocos minutos están conectadas con acciones muy distintas de las que profesan. La moda y otras actividades se han universalizado y uniformado a la humanidad de forma tal que a nadie le parece extraño que todos lleven aretes o se pinten las uñas. Muchas tradiciones, no obstante, se han quedado en pueblos conquistados y colonizados, que las defienden como si fueran un patrimonio, cuando son, en verdad, exigencias hechas por los poderosos que, como pasó en América, a sangre y fuego impusieron una cultura y robaron las riquezas y la dignidad de los pueblos. El toreo o la pólvora, como ejemplo, llegaron durante la colonización y se quedaron hasta estos tiempos, hicieron carrera y se convirtieron, como otros, en ejemplos vivos de ese pasado no tan sensato que vivieron los pueblos originarios.
De su cultura, rica y única, queda poco y mucho fue saqueado y se expone en los museos del mundo como una evidencia de la atroz violencia con que se impuso. Entre esas herencias, infortunadamente, quedaron el odio y la avaricia que tanto mal han causado a la humanidad. “La tradición es una muralla de piedra hecha de pasados que ciñe al presente”, dijo Stefan Zweig.
Por: Luis Fernando García Núñez