Coltán en Colombia: riqueza minera en manos de ilegales
Escrito por editorgeneral el 25 marzo, 2025
El tantalio, extraído del coltán, posee propiedades únicas como alta resistencia a la corrosión y capacidad para almacenar y liberar energía eficientemente. Estas características lo hacen imprescindible en la producción de baterías y otros componentes electrónicos. Debido a su alta demanda y escasez, el coltán es conocido como el “oro negro” de la tecnología.
Extracción de coltán en Colombia
En Colombia, el coltán se encuentra principalmente en el departamento de Vichada, donde su explotación ha sido fuente de conflicto. Otras regiones con presencia de este mineral incluyen Guainía y Guaviare, territorios de difícil acceso y con limitada presencia del Estado.
Durante años, la minería ilegal del coltán ha sido dominada por grupos armados como las disidencias de las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que han convertido su comercialización en una fuente de financiamiento para sus actividades ilícitas. Estos grupos controlan la extracción, imponen “impuestos de guerra” a los mineros informales y facilitan el tráfico del mineral hacia mercados internacionales, especialmente en Brasil y Venezuela.
Impacto ambiental y social
La extracción del coltán en Colombia ha generado graves consecuencias ambientales. Para su obtención, se talan grandes extensiones de bosque y se contaminan fuentes hídricas con mercurio y otros químicos. Además, el conflicto por el control del recurso ha generado desplazamientos forzados, violencia contra comunidades indígenas y campesinas, y un incremento en la militarización de la región.
La respuesta del Estado
Pese a los intentos del Ejército Nacional por retomar el control de las zonas ricas en coltán, la ausencia de una regulación efectiva ha permitido que la minería ilegal prospere. Expertos en la materia advierten que, sin una estrategia clara de regulación y control, el tráfico ilegal de este mineral seguirá financiando el conflicto armado en el país.
Los habitantes de Vichada han solicitado la intervención del Gobierno para regular la explotación del coltán con estándares ambientales y sociales adecuados. Sin embargo, mientras persista la falta de control estatal, la minería ilegal continuará siendo una fuente de riqueza para los grupos armados y una amenaza para la estabilidad de la región.
Escrito por: Daniel Díaz Ardila
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