El sueño americano
Escrito por editorgeneral el 10 junio, 2024
Esto de “representarse en la fantasía imágenes o sucesos mientras se duerme”, le ha costado a la humanidad tragedias sin fin. ¡Cuánto cuesta soñar! Los sueños son, con frecuencia, frustraciones y el mundo impávido está ahí, creyendo que los sueños son realidades que se afincan en el subconsciente y trasforman la vida. Nada hay tan irreal como un sueño, que es, entre otras, sinónimo de quimera o de ilusión. Pero ese engaño lo han vendido con tanta fogosidad que muchos viven esperanzados en que se cumplan y, entonces, se aferran con fuerza a esas fantasías con una fe que los lleva por los caminos más inciertos y dolorosos. Otra definición del Diccionario dice que es “discurrir fantásticamente y dar por cierto y seguro lo que no lo es”. ¡Sí! Una cosa dicen los significados y otra sienten los individuos que aspiran con sus sueños a atravesar todas las fronteras existentes.
Sin duda, son millones los ciudadanos del mundo que quieren salir de sus países, porque muchas son las frustraciones con las que viven. Y ese derecho inalienable de ir por el mundo es solo letra muerta. El mundo, en verdad, no es de todos, son pocos los dueños y su sentido del amor al prójimo está atravesado por sus avaricias y sus intereses personales: fortuna y poder, alcanzados violando los principios esenciales de la solidaridad y la justicia. Y deciden el destino de miles de millones de seres, sin importar las convenciones ni los tratados ni la dignidad de niños y niñas y mujeres y ancianos. Así, el disfrute del planeta es para unos pocos que lo tienen todo y que deciden el futuro de los pueblos con la misma mezquindad con que negocian las tierras, el agua y la vida. Sus cómplices, por unas buenas limosnas, los ayudan con vehemencia humillante y violenta, y se convierten, por esos mendrugos, en los infames verdugos de la humanidad.
Así, el sueño americano es apenas una fantasía que pocos han alcanzado con cierto orgullo menesteroso de sus frustraciones y sus verdaderas libertades. Quizás es el momento de recordar a Calderón de la Barca en La vida es sueño: “¿Qué es la vida? Un frenesí./ ¿Qué es la vida? Una ilusión,/ una sombra, una ficción,/ y el mayor bien es pequeño;/ que toda la vida es sueño,/ y los sueños, sueños son”.
Por: Luis Fernando García Núñez