Héroes y heroinas

La historia de la humanidad tiene seres extraordinarios. Desde inmemoriales tiempos hombres y mujeres le han dado un toque especial a la existencia y han asumido sorprendentes retos que han significado, y significan, aportes para la libertad y el progreso de los pueblos. Seres humanos que han asumido con valor sorprendente epopeyas de toda índole. Han luchado con verdadero sentido por las ideas y por la dignidad. Los pueblos del mundo los han venerado y sobre sus ideas se han construido naciones que, en algún momento, han sido ejemplo de solidaridad y respeto para todos. La independencia de América tiene un nutrido número de héroes y heroinas que sufrieron los azotes del autoritarismo y el colonialismo salvajes e inclementes. Todavía las voces de Bolívar, Miranda, Nariño, Juana Azurduy, se oyen en el eco de los siglos. Dedicaron con denuedo maravilloso su vida por la independencia americana y dejaron un legado de especial significado.

También en Santander mujeres y hombres, valientes y dispuestos, dejaron una herencia valiosa que falta recoger en todo su esplendor. Entre tantos, la figura extraordinaria e intrigante, por desconocida y desdibujada, de Pedro Fermín de Vargas, el primer economista de América, y uno de los eruditos más sorprendentes que ha tenido este continente. Hombre de carne y hueso, sabio y viajero, que se ganó la confianza de las autoridades realistas, porque promovió y trabajó incansablemente en el proyecto científico más portentoso que se desarrolló en estas tierras: la Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada. Sí, fue en San Gil donde nació este héroe nacional el 3 de julio de 1762. Algunos dicen que murió en Estados Unidos en 1811. Su obra es meritoria y única, aunque infortunadamente desconocida y olvidada. Pero este sangileño es, sin duda, una de las altas figuras de la intelectualidad y el patriotismo colombianos. Reúne cualidades excepcionales y, con seguridad, defectos, como todos los humanos que humanos son.

Confucio decía que “El hombre superior busca en sí mismo todo lo que quiere; el hombre inferior lo busca en los demás”. Y ahí, quizás, esta dicho todo, pero en el caso de Pedro Fermín hay todavía cosas por descubrir o, mejor, por saber. Estos días especiales servirán para recobrar un héroe que, como el de Emerson, “está inconmoviblemente afirmado en sus principios”.

Por: Luis Fernando García Núñez