El padre Ramón Bueno Ballesteros es nuevo vicario general de la Diócesis de Socorro y San Gil

La Diócesis de Socorro y San Gil tiene nuevo vicario general, que por estos días está tomando posesión de su cargo y revisando las funciones que debe cumplir. Se trata del presbítero Ramón Bueno Ballesteros, quien venía desempeñándose en la vicaría judicial desde algunos años. Para él este nombramiento por parte del obispo, Monseñor Carlos Germán Mesa Ruiz, le trae gran satisfacción y le significa un gran reto ya que es un trabajo exigente que requiere de talento, capacidad de gestión, esfuerzo y entrega, y para ello espera contar con el acompañamiento de todos sus compañeros sacerdotes y de los feligreses. Su principal función será la de acompañar y aconsejar al obispo en el cumplimiento de sus compromisos, además de cumplir ciertas tareas administrativas.

El nuevo vicario de la diócesis es oriundo de Villanueva y lleva más de 20 años de servicio a la Iglesia, ha trabajado en varios municipios de la región como Mogotes, Valle de San José, Curití, Hato y Puente Nacional, entre otros. Es doctor en derecho canónico de la Universidad Santo Tomás donde también estudió filosofía pura y ciencias religiosas y estuvo en Roma adelantado estudios derecho y familia. Hizo parte del Tribunal Superior en la ciudad de Bogotá y de regreso a San Gil trabajó en la cancillería diocesana y en la vicaría judicial.

El padre Bueno Ballesteros aprovechó para invitar a toda la comunidad de Villanueva para que este sábado 20 de agosto acompañe al diácono Fernando Ballesteros, quien será ordenado sacerdote ese día en la parroquia San Luis Gonzaga, situación que lo alegra porque será un nuevo guía al servicio de comunidad diocesana. Manifestó que siempre que hay una ordenación el clero proyecta la vida y desea que ese nuevo compañero llegue hasta los 75 años, edad máxima para el ministerio de un presbítero, lo que para el vicario general significa 50 años vida para una parroquia.