El plástico

Muchos son los inventos hechos en estos largos siglos de existencia humana. Muchos y muy apreciables, pero algunos han sido los causantes de horrores y graves errores que tienen a la Tierra viviendo una crisis climática de impredecibles proporciones. Uno de esos inventos nefastos ha sido el plástico, un material sintético que cumple importantes funciones en estos tiempos por la facilidad de manipularlo, por ser ligero, duradero, barato –eso parece– y se pueda moldear al antojo de las personas. Es un material orgánico que se obtiene mediante reacciones de polimerización a partir de derivados del petróleo. Los expertos hablan de varias clases de plásticos como el polietileno de alta densidad, policloruro de vinilo, el polipropileno y algunos más que tienen diversos empleos esenciales, pues son infinitos sus usos. Una bolsa plástica presta tantos servicios que hoy es casi imposible pensar la vida sin ellas.

No obstante, este invento ha desencadenado problemas que parecen imposibles de resolver. Toneladas de plástico han ido a parar a los mares, a los ríos y lagunas y están dispersos en los bosques y en campos. Las calles de las ciudades reciben de los ciudadanos de todas las edades, y sin conciencia social, basura de toda clase. Ahora la Tierra sufre las consecuencias de la irresponsabilidad humana. El plástico tarda cientos de años en descomponerse y cuando se desecha y se acumula produce graves crisis ambientales. Asfixia a la fauna marina, por citar ejemplos, deteriora el suelo, envenena las agua subterráneas, y produce graves consecuencias para la salud de las personas. En muchos países los sistemas de reciclaje son primarios y han colapsado, como sucede en Santander para no ir tan lejos. Así, la ingestión y/o inhalación de partículas de microplásticos y sustancias tóxicas, algunas cancerígenas, trastornan el sistema endocrino.

Algunos quieran negar el cambio climático, o solo lo ven como una etapa natural, pero las circunstancias advierten que la vida, en todas sus manifestaciones, corre peligro. Aunque parezca aterrador es importante decir que “Una media de 8 millones de toneladas de plástico son vertidas cada año a los océanos, esto equivale a vaciar un camión de basura lleno de plásticos cada minuto. Si no cambiamos de tendencia, en 2025 nuestros océanos tendrán 1 tonelada de plástico por cada 3 de pescado, y en 2050 habrá más plásticos que peces”. ¡Cuánto tiempo más para tomar conciencia!

Por: Luis Fernando García Núñez