Los peatones y las peatonas

Son miles de seres humanos que optan por ir a pie de un lugar a otro. Y son muy variadas las razones por las cuales lo hacen, entre ellas por la cercanía del lugar al que van o por economía y salud. Otras razones refuerzan las que se acaban de señalar: evitar trancones y demoras, ir en sentido contrario o a lugares donde están prohibidos los autos. Pero, sin duda, lo más importante es que ellos y ellas merecen ser cuidados y respetados por todos, y prevalecen sobre los que no van a pie por ser más vulnerables y porque, quiérase o no, dan una sensible lección frente a las deplorables consecuencias que, como se ve, trae el uso de vehículos que consumen combustibles fósiles, la más poderosa es el cambio climático. Los peatones y las peatonas tienen derechos especiales que están consagrados en los códigos de todo el mundo, y en las convenciones y tratados mundiales que tratan sobre los derechos humanos, el respeto a los niños y niñas, a los ancianos, a las mujeres.

También, claro está, hay deberes que son de obligatorio cumplimiento porque con ellos se alcanza un mejor vivir y se logra la tranquilidad y armonía que requiere una sociedad para ser feliz. Los transeúntes tienen el compromiso, como los conductores, de conocer y respetar las señales de tránsito, de ayudar a los chiquillos y a los ancianos, a los discapacitados y a los animales. Es preciso insistir que entre los derechos  están el de movilizarse sin que su integridad física corra peligro; por eso deben usar los espacios que existen en las vías públicas, andenes, zonas peatonales, paraderos de buses, carriles, bahías, glorietas, semáforos y señales de tránsito. Son llamados que hace La Cometa para evitar los accidentes y para propender por la armonía en la comunidad. El artículo 58 del Código Nacional de Tránsito Terrestre prohibe a los peatones y peatonas, entre otras:

“Invadir la zona destinada al tránsito de vehículos, ni transitar en esta en patines, monopatines, patinetas o similares. Llevar, sin las debidas precauciones, elementos que puedan obstaculizar o afectar el tránsito. Colocarse delante o detrás de un vehículo que tenga el motor encendido. Remolcarse en vehículos en movimiento. Cruzar la vía atravesando el tráfico vehicular en lugares en donde existen pasos peatonales. Subirse o bajarse de los vehículos que están en movimiento”.

Por: Luis Fernando García Núñez