Del 14 al 19 de abril, San Gil vivirá una nueva edición del Festival de Música Andina Colombiana y Sacra, un evento que, en su versión número 28, se consolida como uno de los más representativos del calendario cultural del municipio y de la región. Más allá de su carácter artístico, este festival se convierte en un espacio para el encuentro, la memoria y la conexión espiritual, especialmente durante la temporada de Semana Santa.
Uno de los momentos más significativos del festival será la programación dedicada a la música sacra, que se desarrollará del lunes 14 al miércoles 16 de abril. Estas jornadas están pensadas como un espacio para la introspección, el recogimiento y la contemplación, elementos propios de esta época del año, donde la espiritualidad se entrelaza con el arte a través de melodías que evocan lo sagrado, lo ancestral y lo profundamente humano.
La música sacra, interpretada por agrupaciones y voces que dominan con maestría este género, permitirá que propios y visitantes vivan una experiencia cultural única. Más allá de las notas m
usicales, esta expresión artística ofrece un momento para reconectar con lo esencial, para detenerse y escuchar no solo las voces del escenario, sino también las del interior de cada asistente.El festival, que nació hace casi tres décadas con un enfoque regional, ha crecido con el tiempo hasta alcanzar un reconocimiento nacional. Ha servido como vitrina para talentos locales y como puente entre generaciones de músicos, reafirmando la importancia de la herencia cultural de San Gil. En sus escenarios han desfilado innumerables artistas que han sabido interpretar tanto la sensibilidad de la música andina como la profundidad de lo sacro, en una fusión que honra las raíces y proyecta la identidad del municipio hacia el país entero.
San Gil, tierra de historia, arte y tradiciones, ha sido cuna de innumerables expresiones culturales que surgen del corazón de sus gentes y de la riqueza de sus raíces andinas. Este festival representa una oportunidad no solo para disfrutar del talento musical, sino también para reconocerse como parte de una comunidad viva, que valora sus tradiciones, su espiritualidad y su capacidad de transformar lo cotidiano en arte.
En el marco de la Semana Mayor, esta celebración es también una manera de vivir la fe desde la sensibilidad artística, convirtiendo la música en un puente entre lo espiritual y lo cultural. Por eso, la invitación está abierta para todos los sangileños y visitantes: a participar, a sentir, a reflexionar y a dejarse llevar por las emociones que despiertan las notas de este festival, que sigue siendo uno de los tesoros culturales más valiosos del municipio.
Escrito por: Daniel Díaz Ardila
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