En Colombia el trabajo no siempre es sinónimo de dignidad
Escrito por editorgeneral el 30 abril, 2025
El 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, sigue siendo más que una fecha simbólica: es una jornada de memoria, exigencia y visibilización. Aunque se han alcanzado avances legislativos en materia laboral, miles de trabajadores colombianos aún enfrentan condiciones precarias, informalidad, bajos salarios y ausencia de garantías mínimas que vulneran su bienestar y dignidad.
El origen de esta conmemoración se remonta a finales del siglo XIX, cuando el movimiento obrero en Estados Unidos exigía jornadas laborales de ocho horas. La huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 en Chicago fue reprimida violentamente y derivó en el enjuiciamiento y ejecución de varios líderes sindicales conocidos como los Mártires de Chicago. A raíz de ese hecho, en 1889 la Segunda Internacional declaró el 1 de mayo como el día de reivindicación mundial de los derechos laborales.
En Colombia, la fecha comenzó a tomar fuerza en las primeras décadas del siglo XX. Uno de los episodios más recordados es la masacre de las bananeras en 1928, cuando cientos de trabajadores en huelga fueron asesinados en Ciénaga, Magdalena, tras exigir mejores condiciones de trabajo. Desde entonces, el 1 de mayo se convirtió en una jornada de movilización en todo el país.
Sin embargo, la conmemoración no solo remite al pasado. En pleno 2025, el país aún enfrenta grandes desafíos laborales: según cifras del DANE, más del 55% de la población ocupada trabaja en la informalidad, sin acceso a prestaciones sociales, estabilidad contractual o salarios justos. A esto se suma la tercerización, la falta de oportunidades para jóvenes y mujeres, y los obstáculos al derecho de asociación y organización sindical.
En ciudades como San Gil, Bucaramanga, Bogotá y otras regiones del país, sindicatos, colectivos ciudadanos y organizaciones sociales saldrán a las calles este 1 de mayo. Sus banderas no solo evocan la memoria obrera, sino que reclaman contratación legal, trabajo digno, consulta popular y respeto a los derechos laborales.
Hoy más que nunca, el Día del Trabajador invita a reflexionar: ¿cómo puede haber desarrollo sin justicia laboral? Marchar no es solo conmemorar, es construir conciencia colectiva, exigir lo que aún no se cumple, y recordar que el trabajo no se celebra —se defiende.
Redactado por: Alisson Wandurraga / Periodista